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Elegir una buena base es fundamental para tener un cutis perfecto y un maquillaje exitoso. Múltiples acciones, infinitas tonalidades, texturas variadas, efecto luminoso o cubriente, hay una amplia elección de bases. Como resultado, no siempre es fácil encontrar el que se adapte perfectamente a tu tono de piel o a tus deseos. Gracias a Je Sens le Bonheur, descubre cómo elegir una buena base de maquillaje que iluminará, unificará y corregirá tu cutis.
Elegir el tono perfecto de base puede convertirse en una verdadera carrera de obstáculos. El primer paso para elegir tu tono es confiar en los matices de tu piel. Juegan un papel muy importante a la hora de recuperar una bella apariencia y no se mueven pase lo que pase (edad, sol, etc.). Un pequeño consejo para determinar el matiz de tu piel , mira tus venas. Si son verdes, tienes un tono cálido. Los tonos dorados te quedarán perfectamente. Si son azules o violáceos, tienes un tono fresco. Estos son los matices rosáceos que más te convienen. Si, por el contrario, no puedes decidirte o si es una mezcla de los dos, opta por el beige, porque tienes un tono neutro.
Para satisfacer todos los tonos de piel, varias marcas ofrecen productos con una veintena de tonos. El mejor es obviamente el que se funde con la tez. Olvídate de la prueba de muñeca para encontrar la correcta. En su lugar, pruebe la base en el costado de la línea de la mandíbula (la parte intermedia de la cara). Ni demasiado expuesto ni demasiado blanco, este es el lugar perfecto para probar tu base .
En el siguiente paso, aplique la base en el rostro y espere al menos un minuto para que se seque el material. Si no ve ninguna demarcación, ¡excelente! Pero no es obligatorio tener un tono en tono preciso. Incluso se recomienda al dudar entre dos tonos para tomar el más claro de los dos. Sin embargo, cuando es un poco más pronunciado, puede despertar tu tez al combinarse maravillosamente con tu tez.
Tenga en cuenta que una base de maquillaje no tiene la intención de tener un efecto bronceador en la piel. Un pequeño consejo cosmético: para elegir tu base , debes evitar confiar en los números dados por las marcas. Si tienes la piel clara, por ejemplo, y optas por un tono que se adapte perfectamente a tu piel. Si el número en el tubo es "# 6.2" cuando normalmente está en "# 3", no se asuste. Si no ve límites entre la piel con maquillaje y la piel sin maquillaje, hágase un favor.
Ya sea que busques matificar tu piel, cubrir sus imperfecciones o darle luminosidad y naturalidad, la elección de la textura de tu base es importante.
Si quieres un maquillaje natural, opta por una base fluida. Unificará tu tez a la vez que le aporta luminosidad y transparencia. Hay dos categorías de bases fluidas: fluidos matificantes y fluidos hidratantes.
Los fluidos matificantes aportan un acabado mate y aterciopelado al maquillaje y que reduce las imperfecciones. Los fluidos hidratantes por su parte dan un efecto luminoso y satinado a la piel.
Las bases compactas tienen más cobertura y son más gruesas. Ofrecen un look sofisticado y un acabado aterciopelado impecable. Todos aquellos que deseen disimular sus imperfecciones o quieran un maquillaje más sostenido pueden adoptarlo. Hay dos tipos de bases compactas: la crema compacta y la en polvo compacta.
El compacto en crema es satinado, mientras que el compacto en polvo es dos en uno. Base de maquillaje perfecta para mujeres con prisa, da un acabado aterciopelado con piel de melocotón.
Puedes usar bases de mousse si quieres tener un maquillaje ligero y natural. Esta base aporta una apariencia suave a la piel. Ligeramente cubriente, su textura es de fácil aplicación y aporta a la piel una sensación agradable, ya que se funde en cuanto se aplica.
Muy práctica, la base en forma de barra se aplica directamente sobre el rostro. Gracias a su apariencia, te permite retocar fácilmente tu rostro en cualquier época del año.
Más discreta que la base, pero menos cubriente, la crema con color es un producto fácil de usar. Aporta un toque de color delicado y natural a tu piel. Puedes usarla como crema de día, ya que está compuesta por sustancias acondicionadoras e hidratantes.
No todas las bases de maquillaje son adecuadas para todo tipo de piel. Antes de elegir una base, debes tener en cuenta el tipo de piel que tienes.
Si tu piel te pica en invierno como en verano y reacciona a cada ataque, elige una base con protección solar. Esto evitará la posible aparición de enrojecimiento. Tu base también debe ser rica en ingredientes activos hidratantes.
Si tienes la piel grasa, opta por una base matificante. Reducirá el brillo y unificará tu tez. La textura debe ser compacta para asegurar una buena absorción y una buena cobertura.
La piel mixta tiene la ventaja de poder soportar todo tipo de texturas. Sin embargo, prefiere una base fluida. Su textura ligera facilitará su aplicación. A continuación, puede elegir según sus necesidades una fórmula luminosa o matificante.
Para pieles secas, evite fórmulas que cubran demasiado. Pueden estar tapados y resecarle la cara. Así que opta por una base fluida o una crema hidratante. Apueste también por fórmulas ricas en pigmentos reflectantes de la luz para evitar una tez apagada y apagada.
Este tipo de piel no presenta preocupación por el brillo ni preocupación por la sequedad cutánea. Puedes elegir una base de maquillaje en mousse, fluida o en crema. Las fórmulas ligeras serán perfectas para iluminar tu cutis. Recuerda hidratar tu piel todos los días.
La base se elige según el tono, la textura, ¡pero también la estación! En verano, nos decantaremos por una crema con color o polvos solares. Durante las temporadas más frías, por otro lado, sería ideal utilizar una base más cubriente.