Nuestras manos son las partes más expuestas de nuestro cuerpo, pero a menudo son las más descuidadas. Con el uso constante y la exposición a los elementos, nuestras manos pueden volverse secas, ásperas y agrietadas fácilmente. Afortunadamente, con un poco de esfuerzo y atención, puede recuperar fácilmente unas manos hermosas, suaves y saludables.