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El cabello es una de las prendas esenciales de la feminidad, ya sean cortos, semilargos o largos. Sin embargo, todavía hay que conocer los gestos correctos para ocuparse de ellos de manera óptima. Cada paso de su mantenimiento es importante para que su cabello sea vigoroso, brillante y saludable. Desde el cepillado hasta el peinado, pasando por el champú y el acondicionador, vamos a explicar en este artículo cómo cuidar de su cabello.
Es indispensable adoptar el reflejo de un cepillado diario del cabello. Las que tienen el pelo muy largo, susceptibles de enredarse fácilmente, optarán incluso por dos cepillados diarios. Se recomienda un cepillado al despertar y una cama para una masa capilar cuidada y libre de las posibles impurezas que se hubieran depositado durante el día.
Para ello, te recomendamos utilizar un cepillo provisto de pinchos de madera que estimularán el cuero cabelludo y la circulación sanguínea. En cuanto al gesto a seguir, es aconsejable cepillarse el cabello de la nuca a la frente, luego de la nuca a las sienes poniendo la cabeza boca abajo. Luego, desde las sienes hasta la parte superior del cráneo y finalmente frente a la nuca una vez que la cabeza se haya enderezado.
El cepillado también es importante justo antes del champú para distribuir el sebo, con efecto protector, de la raíz a las puntas. El champú se distribuirá también más fácilmente sobre un cabello perfectamente desenredado.
Los formatos de champú son variados: shampoo líquido, sólido o seco, depende de usted para elegir de acuerdo a sus necesidades y preferencias. Sin embargo, el producto debe adaptarse a la naturaleza de su cabello (cabello seco, graso, normal, deshidratado, o incluso tieso, rizado o coloreado).
Hay que saber que si los champús sólidos tienen actualmente el viento en popa es gracias a sus características económicas y ecoresponsables. Están garantizados sin sulfatos y sin silicona, que sofocan el cabello, pero enriquecidos con aceites vegetales y activos naturales.
Cuidado con los champús para el cabello graso que al secar el cuero cabelludo enloquecen las glándulas sebáceas que finalmente producen aún más sebo para contrarrestar esta agresión. Le aconsejamos privilegiar los champús con un pH neutro más suave.
En cuanto a la frecuencia de lavado, es mejor evitar lavarse el cabello todos los días, ya que el champú acabaría irritando el cuero cabelludo. Esto puede causar problemas capilares como la caspa o sequedad del cabello y la piel.
epidermis craneal. La fórmula correcta es realizar un champú cada 3 días, es decir, dos veces por semana
Por último, aunque nos lavamos el cabello de manera intuitiva como todos los gestos habituales de la vida cotidiana, hay una manera de hacerlo bien. El producto lavante debe depositarse en las raíces y no directamente en el cuero cabelludo. A continuación, este último debe ser masajeado concienzudamente con la pulpa de los dedos. Luego, extiende la espuma a las orejas y al cuello para limpiarlos a su vez.
Si usas un champú sólido, espuma el pan jabonoso en las manos y luego aplica la espuma obtenida sobre todo el cabello frotando ligeramente. Por último, si tiene por costumbre prolongar la limpieza del cabello entre dos champús utilizando un champú seco, rocíe el producto sobre el cuero cabelludo y las longitudes mediante la colocación de la cabeza al revés. La bomba debe estar como mínimo a 30 cm de su masa capilar. Dejar actuar unos diez minutos y luego cepillar para eliminar el depósito blancuzco.
Después del champú, debe enjuagarse el cabello durante mucho tiempo hasta que el cabello grite. Puedes conformarte con un champú, pero ten en cuenta que el acondicionador tendrá un efecto protector, nutritivo y anti-rotura. Al final del lavado, las escamas del cabello se abren lo que favorece la rotura.
La colocación de un tratamiento permitirá cerrar sus escamas y garantizar un buen desenredado. En términos de productos, aquí también tienes la opción: mascarilla profunda, suero hidratante sin enjuague, baño de aceites vegetales o mezcla casera, hay muchas posibilidades para cuidar tu cabello. Para tu acondicionador, también prefieres las fórmulas sin siliconas que pesan la masa capilar.
El tiempo de colocación suele estar indicado en el frasco, pero ten en cuenta que si tu cabello está muy dañado, podrás dejar reposar el tratamiento durante una noche completa para un tratamiento profundo. Por último, al igual que con el producto de lavado, el acondicionador debe adaptarse a la naturaleza de su cabello, así como al problema a tratar.
Por supuesto, será indispensable que vayas al menos una vez al año a la peluquería para cortar las puntas demasiado dañadas y devolver vigor a tu cabello. El cabello largo debe ser peinado de alguna manera para ser protegido en la vida diaria. Así, las trenzas, las colas de caballo o los moños serán perfectos para proteger su hermosa melena de las agresiones externas.
Hay que saber que la contaminación y las diversas fricciones favorecen la formación de horquillas. Tu cabello también será menos sensible al viento, el frío, el sol o los cambios bruscos de temperatura. También puedes optar por peinados protectores realizados con accesorios como bufandas, pañuelos o vendas que te darán un aire bohemio mientras mantienes tu cabello protegido del mundo exterior.
Cuando leas este artículo, sabrás cómo cuidar tu cabello en las diferentes etapas necesarias para su mantenimiento. Estos consejos deben aplicarse escrupulosamente para evitar terminar con el cabello dañado o sin brillo. La fibra capilar es sensible y, por lo tanto, debe ser objeto de un tratamiento específico y adaptado. No dude en pedir consejo a un profesional con el fin de conocer con precisión su naturaleza del cabello y el cuidado que se les debe dar.