Si sigues la moda, seguramente te habrás dado cuenta de que en la década de 1940, las actrices tenían labios más bien delgados. Esta tendencia duró bastante tiempo, pero desde los años 90, los pucheros se han vuelto menos discretos. Las mujeres aprecian tener unos labios sensuales y sensuales sin tener que pasar por el bisturí, lo cual es ciertamente efectivo, pero costoso ya veces doloroso.