Cuando uno tiene la piel de la cara que tiende a brillar y nuestro cabello que se recupera muy rápidamente, es que nuestro cuerpo produce sebo de manera excesiva. Si bien este fim protector es indispensable para la hidratación y la lucha contra las infecciones y otros microbios, puede resultar problemático cuando se produce en cantidades excesivas por el organismo.